jueves, 22 de agosto de 2024

Subida hasta el Port de Ratera desde Sant Maurici

 


El 19 de agosto de 2024 un taxi todoterreno nos subió desde el pueblo de Espot hasta el parque nacional de Aigüestortes. El taxi nos dejó en la cabecera del Estany de Sant Maurici; desde allí arranca una pista que en cómoda pendiente va ganando altura, permitiendo apreciar los bosques de pino negro y abeto que rodean el lago y que se adentran hacia hacia el valle de Monestero, hacia el sur, como se aprecia en en la foto.



En tres cuartos de hora de cómoda ascensión por la pista, se llega hasta al lago de Ratera. Situado a 2135 metros de altitud y rodeado de bosques de coníferas, es otro ejemplo de la belleza de los paisajes lacustres de este parque nacional.



Poco después del lago de Ratera llegamos hasta una pequeña laguna colmatada y cubierta en gran parte por vegetación. En la bifurcación que se presenta a la altura de esta laguna optaremos por el ramal de la derecha para iniciar así un circuito que nos llevará la mayor parte de la jornada. Este ramal nos irá alejando del valle de Ratera para llevarnos hasta la zona de Amitges. 



La pista que hemos seguido termina, después de dos horas escasas de camino, en uno de los refugios de la ruta "Carros de Foc", el refugio de Amitges, ubicado a 2365 metros de altitud, junto al lago del mismo nombre que vemos en la siguiente foto.



El lago y las dos espectaculares agujas de Amitges: un par de gendarmes que custodian esta espectacular zona del parque nacional.


Una vez que termina la pista junto al refugio, el camino se vuelve más duro al tener que andar por un sendero lleno de revueltas, subidas y pequeñas bajadas; pero el esfuerzo sigue mereciendo la pena, con vistas como la de estos tres lagos: al fondo el de Amitges que hemos visitado desde el refugio, en medio el Estany dels Barbs y, en primer plano, el de Munyidera.


Una vez que hemos ido ganando altura, y tal y como se aprecia en la foto, hay que hacer una travesía por unos canchales de piedra estable ("tarteras") que resultan un tanto incómodos.



Una vez superadas las tarteras ya está más claro el objetivo: el Port de Ratera que se intuye a la derecha. Antes habrá que pasar junto al pequeño estany que se ve en el centro. La cima piramidal del Tuc de Ratera, con sus 2859 metros presidiendo el paisaje, quedará para otro día en el que madruguemos más.



Ya estanos a 2584 metros de altitud, en el Port de Ratera; hemos tardado algo más de 3 horas y media desde el Estany Sant Maurici. Desde aquí el camino se bifurca: a la derecha (esta foto) desciende al valle de Saboredo.



Y a la izquierda, siguiendo el GR 11, irá hasta el refugio de Colomers, pasando por otra zona de lagos como el Lac Obago que se aprecia en primer plano.



El camino de vuelta hasta Sant Maurici le haremos por el GR 11 que recorre el valle de Ratera junto al arroyo que le da nombre, y por terrenos de turbera de una bucólica belleza... Y Els Encantats cerrando todo el rato el horizonte de la ruta de regreso.



Y poco antes de cerrar el circuito, antes de llegar a la pequeña laguna colmatada y caminar los últimos tres kilómetros hasta la zona de parada de los taxis, nos desviaremos un momento a la derecha para asomarnos al Mirador del Estany, desde donde contemplar en todo su esplendor los dos símbolos quizás más emblemáticos de este parque: el Estany de Sant Maurici y la doble cumbre de la montaña de Els Encantats. En total, con el tiempo de paradas para comer, descansar y sacar fotos, empleamos unas ocho horas y media. Tiempo bien empleado en conocer esta bellísima zona del Pirineo de Lleida.








lunes, 11 de septiembre de 2023

Subida al Turon de Néouvielle (3035 m) por la cuenca de los Lacs d' Estelat

 

Hemos dejado el coche en el Plateau de Lienz. Una zona con remontes y un albergue (Chez Louisette) que están en un desvío a la derecha de la carretera del Tourmalet, a unos cinco kilómetros de Barèges. Desde aquí empleamos más de dos horas en recorrer los seis kilómetros y medio de pista que salvan el desnivel (cerca de 650 metros) hasta el refugio de la Glère.


El refugio de la Glère está situado a 2150 metros de altitud, rodeado de rocas graníticas y de innumerables lagos de montaña. Desde él se contemplan estos picos: en el centro el Néouvielle con sus 3091 metros y a la derecha el picudo Campanal de Larrens; en medio de ambos el Tres Consejeros (3039) y nuestro objetivo del día siguiente, el Turon, cuya cima redondeada de 3035 metros apenas se aprecia.


El sendero, bien marcado, irá saltando de lago en lago. Aquí el primero de ellos, el Det Mail, ubicado en una cubeta a 2340 metros de altitud.


Otro de los bucólicos lagos de esta cuenca, el Estelat Inferior (2390 metros). Son las primeras horas de la mañana del 20 de agosto de 2023, y los altos picos que lo rodean lo mantienen aun en sombra.


El sendero es difícil de perder, abundan los hitos y a partir de determinado momento las marcas pintadas en blanco y rojo del parque nacional sirven de referencia.


El último estanque de esta bella cuenca lacustre, el lago Estelat Superior (2425 metros) que custodia la entrada a la desafiante canal que se ve en el centro de la foto. Es la canal de la Coume Estrète.


El ascenso por la canal es bastante penoso. Aunque el desnivel a salvar hasta el collado del fondo no es excesivo (340 metros) el progreso se hace muy duro: tramos de pendiente muy fuerte, avanzar en medio de un caos de rocas, pocos hitos que ayuden a escoger la mejor opción, tener que ayudarse en muchas ocasiones de las manos en pequeñas trepadas... Empleamos más de dos horas.


Ganado el collado, nos desviamos a la izquierda para progresar por el ancho lomo cimero. Aunque todavía falta desnivel (unos 280 metros) y el mar de rocas parece engullirnos, la pendiente se atenúa a ratos, apenas hay que ayudarse de las manos y el horizonte se abre al fondo... y el librarnos de las mochilas que han quedado escondidas a la sombra en el collado, y la emoción de la cumbre que empieza a intuirse, también ayudan.



Más de cinco horas de ascensión han merecido sobradamente la pena para admirar este maravilloso paisaje pirenaico. Satisfechos pudimos contemplar varias de las principales cumbres de este sector de la cordillera, algunas de las cuales hemos subido en pasados veranos. A la izquierda la mole del Campbieil (3173 metros), en sombra la arista de Cap de Long con el Lac Tourrat a su derecha justo debajo de la sombría cara norte del Pic Long (3192 m) y a su izquierda en sombra otros dos tresmiles, el Badet y el Maou. Al fondo todo el grupo del Perdido-Taillon: el Monte Perdido en el que se aprecia su moribundo glaciar, el Cilindro, el Marboré, la Torre, el Casco, la Brecha de Rolando, la punta Bazillac, se aprecia el Dedo del Taillón, debajo el pequeño glaciar, y a la derecha el pico Taillon y los dos últimos tresmiles de ese sector, los Gabietos.

Más paisaje desde la cumbre: el enorme lago represado del Cap de Long y cerrándolo al fondo los tresmiles del Estaragne y el Campbieil.


La mole del Pic Néouvielle visto desde la cima del Turon. Al norte, en el fondo, el pico del Midi de Bigorre. La cuenca de los lagos de Maniportet, la otra ruta de ascenso al Turon: en primer plano el Lac Glacé... que de helado ya no le queda nada.


Ya por la tarde de regreso a la Glère. Se aprecia en el centro de la foto el refugio sobre los dos pequeños lagos que lo acompañan.


Y al día siguiente iniciamos el camino de vuelta por la pista que nos lleva al Plateau de Lienz donde dejamos los coches.


El trayecto de la vuelta se hace de manera tranquila entre el verde pirenaico. 


Ya cerca del Plateau de Lienz el arroyo que baja de los lagos de la Glère discurre plácidamente haciendo estos bellos meandros




jueves, 28 de julio de 2022

Pic del Pessons (2862 m)

 

Pirineos de Andorra. Estamos en el estany Pimer, a 2300 metros de altitud, al que hemos llegado desde la estación de Grau Roig después de media hora de camino cómodo por pistas de esquí. 



Otro de los muchos y bellísimos lagos, el Forcat, por los que iremos pasando a lo largo del día. Al fondo, en el centro de la foto, nuestro objetivo: el Pic del Pessons. 



Nos acercamos al último de los lagos, el Cap del Pessons. Desde él buscaremos el sendero de subida, que en una veintena de zetas cada vez más empinadas, superará el cresterío del circo.




Lago del Cap del Pessons. Situado en la última cubeta glaciar, a casi 2600 metros de altitud. Se bordeará por la derecha. Luego se superará una zona caótica de bloques por un sendero bien marcado que conectará con el duro trazado de zetas. A pesar de su rudeza, pero gracias a ellas, se salva el tramo más vertical del circo. Hasta aquí hemos tardado, contando paradas, poco más de dos horas y media.





Desde la cima del Pic del Pessons, a 2862 metros de altura, se aprecia perfectamente la parte final de las zetas que tanto nos costó subir. Desde el último lago, y para salvar un desnivel de unos 270 metros, empleamos una hora y cuarto progresando por estas duras lazadas, y luego un ligero cresteo hasta la cumbre. En total, y contando el tiempo de paradas para descansar y sacar fotos, empleamos unas cuatro horas en la subida.




Desde la cima del Pic del Pessons se ve, con la estación de esquí de Grau Roig al fondo, la cuenca glaciar con la media docena de lagos por los que hemos ido progresando a lo largo de la mañana. La vuelta la haremos haciendo un circuito, por unas pequeñas lagunas, las de La Solana, que se intuyen a la izquierda de la foto por una cuenca ubicada ligeramente por encima de la que seguimos en el camino de ida.




Vistas hacia el sur: el embalse de L'Illa, casi ya en el límite entre Andorra y España.





Uno de los estanys de La Solana: las pequeñas lagunas que encontramos en el camino de vuelta hasta empalmar con el estany Primer. 




Otro estany. Lagunas sin nombre, modestas por extensión y profundidad, pero llenas de bucólica belleza; rincones donde descansar y darse un baño después de horas de duro camino.




Al día siguiente, desde el puerto de Envalira, hicimos esta foto de la estación de esquí de Grau Roig, desde la que iniciamos la subida el día anterior, con todo el circo del Pessons al fondo.




 




miércoles, 18 de agosto de 2021

Vértice y Pico Anayet

 

Primeras luces en Formigal. La ascensión comienza en el Corral de las Mulas (1600 metros de altitud) y los dos primeros kilómetros transcurren por la carretera que asciende hasta la estación de esquí de Anayet.



Tras superar la estación de esquí vamos pasando por sucesivos prados alpinos. Pronto el camino se estrechará al introducirse en la barranco del arroyo Culivillas.




En poco más de dos horas de marcha y tras salvar los sucesivos resaltes por donde baja el Culivillas, nos encontramos con esta primera vista del ibón mayor de Anayet, con el Midi d' Ossau al fondo.




El Anayet, con sus 2574 metros, reflejándose en las aguas del ibón: una de las estampas más típicas de esta comarca del valle de Tena. A la izquierda, la pirámide del  Vértice Anayet (2555 m) con su característico color granate.




El ibón pequeño de Anayet, más escondido que el mayor, y siempre con el Midi d ' Ossau dominando el horizonte.




En poco más de media hora se sube desde el lago hasta el collado, desde donde está hecha la foto, y que separa el Anayet del Vértice.




El collado visto desde abajo con el marcado sendero que facilita su subida.




En el collado se hace un alto para descansar y disfrutar de las vistas de la cadena montañosa, y para deleitarnos también con la belleza de los lirios pirenaicos.




La subida al Anayet tiene un paso expuesto con riesgo de caída. Está equipado con una cadena en la que que, en días de agosto como éste, se originan "atascos" entre los que suben y bajan del pico. 





Es más sencilla y menos concurrida la subida al Vértice Anayet; se realiza por el borde de la arista, la mayor parte del tiempo por un sendero sin apenas complicaciones. Sus 2555 metros aseguran unas vistas incluso mejores que las del Anayet.





En efecto, desde la cumbre del Vértice se disfruta de esta magnífica alineación del Anayet y del Midi d'Ossau. Separados por la frontera del Portalet, ambos vecinos, español el primero, francés el segundo, comparten el mismo origen volcánico y un aspecto parecido.




Y ya en el camino de vuelta nos entretenemos fotografiando los tresmiles dominantes de este sector de Pirineos. En el centro de la foto el gigante Balaïtous con sus 3144 metros.



Y tirando de zoom nos aproximamos a los Infiernos con su característica marmolera (un tipo de caliza muy blanca) que más de un turista confunde con la nieve.