domingo, 28 de diciembre de 2008

Asecensión invernal al Liguardi

Después de tres meses de inactividad, con un otoño de lluvia, nieve y granizo en el que no hemos visto el sol, el 21 de diciembre, en una mañana radiante, subimos al Pico Liguardi. No se madrugó mucho, así que empezamos la ascensión más tarde de las diez desde el pueblo de Abiada. Nos esperaban novecientos metros de desnivel cubiertos de nieve blanda.


Cumbre helada del Liguardi (1.967 m) Al fondo las montañas pasiegas y el norte de Burgos.



Reinosa, el pantano del Ebro y la niebla sobre el norte de Burgos.



Un poco más abajo de la cumbre improvisamos "el campamento" para comer y descansar un poco antes del duro descenso... para los de raquetas, los que llevaban esquís bajaban cantando.

Los dosmiles más orientales de la Cordillera Cantábrica, el Cordel y el Iján, vestían estas primeras nieves invernales. Al fondo asoman los Picos de Europa.


A pesar de las raquetas, el descenso a partir de media ladera, se hace bastante penoso por lo blando de la nieve.


Aunque el paisaje de bosque invernal, a medida que nos acercamos a Abiada, adquiere una particular belleza navideña que nos hace disfrutar de una jornada estupenda de montaña.