lunes, 11 de septiembre de 2023

Subida al Turon de Néouvielle (3035 m) por la cuenca de los Lacs d' Estelat

 

Hemos dejado el coche en el Plateau de Lienz. Una zona con remontes y un albergue (Chez Louisette) que están en un desvío a la derecha de la carretera del Tourmalet, a unos cinco kilómetros de Barèges. Desde aquí empleamos más de dos horas en recorrer los seis kilómetros y medio de pista que salvan el desnivel (cerca de 650 metros) hasta el refugio de la Glère.


El refugio de la Glère está situado a 2150 metros de altitud, rodeado de rocas graníticas y de innumerables lagos de montaña. Desde él se contemplan estos picos: en el centro el Néouvielle con sus 3091 metros y a la derecha el picudo Campanal de Larrens; en medio de ambos el Tres Consejeros (3039) y nuestro objetivo del día siguiente, el Turon, cuya cima redondeada de 3035 metros apenas se aprecia.


El sendero, bien marcado, irá saltando de lago en lago. Aquí el primero de ellos, el Det Mail, ubicado en una cubeta a 2340 metros de altitud.


Otro de los bucólicos lagos de esta cuenca, el Estelat Inferior (2390 metros). Son las primeras horas de la mañana del 20 de agosto de 2023, y los altos picos que lo rodean lo mantienen aun en sombra.


El sendero es difícil de perder, abundan los hitos y a partir de determinado momento las marcas pintadas en blanco y rojo del parque nacional sirven de referencia.


El último estanque de esta bella cuenca lacustre, el lago Estelat Superior (2425 metros) que custodia la entrada a la desafiante canal que se ve en el centro de la foto. Es la canal de la Coume Estrète.


El ascenso por la canal es bastante penoso. Aunque el desnivel a salvar hasta el collado del fondo no es excesivo (340 metros) el progreso se hace muy duro: tramos de pendiente muy fuerte, avanzar en medio de un caos de rocas, pocos hitos que ayuden a escoger la mejor opción, tener que ayudarse en muchas ocasiones de las manos en pequeñas trepadas... Empleamos más de dos horas.


Ganado el collado, nos desviamos a la izquierda para progresar por el ancho lomo cimero. Aunque todavía falta desnivel (unos 280 metros) y el mar de rocas parece engullirnos, la pendiente se atenúa a ratos, apenas hay que ayudarse de las manos y el horizonte se abre al fondo... y el librarnos de las mochilas que han quedado escondidas a la sombra en el collado, y la emoción de la cumbre que empieza a intuirse, también ayudan.



Más de cinco horas de ascensión han merecido sobradamente la pena para admirar este maravilloso paisaje pirenaico. Satisfechos pudimos contemplar varias de las principales cumbres de este sector de la cordillera, algunas de las cuales hemos subido en pasados veranos. A la izquierda la mole del Campbieil (3173 metros), en sombra la arista de Cap de Long con el Lac Tourrat a su derecha justo debajo de la sombría cara norte del Pic Long (3192 m) y a su izquierda en sombra otros dos tresmiles, el Badet y el Maou. Al fondo todo el grupo del Perdido-Taillon: el Monte Perdido en el que se aprecia su moribundo glaciar, el Cilindro, el Marboré, la Torre, el Casco, la Brecha de Rolando, la punta Bazillac, se aprecia el Dedo del Taillón, debajo el pequeño glaciar, y a la derecha el pico Taillon y los dos últimos tresmiles de ese sector, los Gabietos.

Más paisaje desde la cumbre: el enorme lago represado del Cap de Long y cerrándolo al fondo los tresmiles del Estaragne y el Campbieil.


La mole del Pic Néouvielle visto desde la cima del Turon. Al norte, en el fondo, el pico del Midi de Bigorre. La cuenca de los lagos de Maniportet, la otra ruta de ascenso al Turon: en primer plano el Lac Glacé... que de helado ya no le queda nada.


Ya por la tarde de regreso a la Glère. Se aprecia en el centro de la foto el refugio sobre los dos pequeños lagos que lo acompañan.


Y al día siguiente iniciamos el camino de vuelta por la pista que nos lleva al Plateau de Lienz donde dejamos los coches.


El trayecto de la vuelta se hace de manera tranquila entre el verde pirenaico. 


Ya cerca del Plateau de Lienz el arroyo que baja de los lagos de la Glère discurre plácidamente haciendo estos bellos meandros