lunes, 9 de febrero de 2015

El Ibio después de la tormenta de Nieve

Después de la tormenta de frío y nieve que ha asolado el Cantábrico esta primera semana de febrero, decidimos subir al Ibio desde el Alto de San Cipriano. En la foto la ermita en torno a la cual se celebra en septiembre una de las romerías más famosas de Cantabria. Son las primeras luces del domingo 8 de febrero.

Desde casi las primeras rampas nos encontramos con un inmenso pinar de repoblación. No es lo mejor de este monte, pero con nieve puede "pasar" por un paisaje pirenaico, como en la siguiente foto.

A medio camino, en torno a los 500 ó 600 metros de altitud, ya se podía apreciar la copiosidad de la nevada que había caído durante buena parte de la semana.

Por un momento el cielo parecía despejarse y la nieve adquiría estos bonitos tonos plateados. Durará poco tiempo...

Pronto se meterá la nube del todo y nos estropeará las estupendas vistas que tiene la cima del Ibio. Aquí ya estamos llegando a las últimas lazadas de la pista que nos pondrán en el cordal de la montaña.

Falta poco para llegar a las antenas, la cima de la montaña. En las últimas rampas se aprecia un grupo de quads que habían estado dando la lata todo el rato, y que la nieve medio helada, junto con la pendiente final, les impidieron - por suerte para nosotros - hacer cumbre.

Metros finales hasta la cumbre. El Ibio, con sus 800 metros de altitud, es una montaña modesta; pero su cercanía a Torrelavega, su fácil ascenso desde el Alto de San Cipriano a través de una pista y, sobre todo, su privilegiada situación con vistas  tanto al interior como a la costa de Cantabria, le convierten en un mirador muy apetecible para hacer pequeñas excursiones de media mañana. Con nieve se tarda una hora y media en completar la subida; en un día climatológicamente normal se puede subir, hacer unas fotos y bajar en menos de dos horas.

Por desgracia las nubes no nos permitieron disfrutar mucho del paisaje... las antenas y poco más. En cualquier caso, mereció la pena subir a una montaña que tardaremos en ver con tantísima nieve. Valga esta reseña del blog como recuerdo de la gran nevada del año 2015.