Peña Prieta (2.536 m)

Se levanta la niebla en la Vega del Naranco.




El Boquerón de Tarna visto desde la subida a Bobias.





La laguna de Fuentes Carrionas (nacimiento del río Carrión) vista desde el pico Tres Provincias. Es el 20 de agosto de 2008 y todavía queda el resto de un nevero. Al fondo, el Curavacas.

Peña Prieta, con sus 2.536 metros de altura, es el techo de la Cordillera Cantábrica. Se aprecia la senda final de subida, así como restos de senda para bajar hasta la primera de las lagunas que están colgadas en su cara norte.

La cresta que lleva hasta Tres Provincias y Peña Prieta está llena de magníficas vistas como ésta. A la izquierda, y a pesar de ser la segunda quincena de agosto, todavía verdean los pastos de Riofrío.




Peña Prieta y en el fondo el Curavacas vistos desde el Robadorio.

Ascensión a Cabeza los Tortorios (2.146 m)

Collado Pandébano (1.212 m) por la mañana. Se aprecian las primeras cabañas de la Terenosa y, a la izquierda, la inconfundible silueta del Naranjo de Bulnes.




Partiendo del collado Pandébano se tardan casi dos horas en llegar hasta esta bonita majada, llamada de las Moñas: restos de antiguas cabañas de piedra, suaves cuestas herbosas y hacia el norte, cerrando el horizonte, la sierra del Cuera.

Desde la majada de las Moñas se sigue la cresta que nos sube al Tortorios. Por el camino se contempla la Pica del Jierru, la Morra de Lechugales, el Cortés; en definitiva, el grupo de cumbres más altas del Macizo Oriental.

La subida al Tortorios tiene magníficos balcones para asomarnos al Macizo Oriental de los Picos de Europa y sobrecogernos con las vertiginosas canales que se precipitan desde sus cimas hasta el fondo del valle del Duje.

27 de agosto de 2008. Estamos en la cumbre del Cabeza Tortorios (2.146 m) Magnífico mirador para contemplar Peña Castil, los Neverones ... pero la vista se termina marchando siempre hacia el Naranjo de Bulnes, la estrella más rutilante del universo de cumbres calizas que son nuestros Picos.

Desde la cima del Tortorios se observa la senda que sube a Peña Castil (2.444 m)

Naranjo de Bulnes (2.519 m) visto desde las inmediaciones del collado Camburero. El Naranjo o Pico Urriello es, sin duda, la cumbre más emblemática de los Picos de Europa. Su ascensión está indisolublemente unida a la historia y a la leyenda del montañismo español.

Subida al Espigüete (2.450 m) por la arista este

La subida más interesante al Espigüete comienza poco antes del pueblo de Cardaño de Arriba, a la altura del arroyo Mazobres y transcurre por toda la cresta oriental. La ascensión se hace dura y la cumbre nunca termina de llegar, pero las vistas a ambos lados de la arista son extraordinarias.

Transcurridas tres cuartas partes de la ascensión, la arista se estrecha y se vuelve más difícil.

Llega un momento que son necesarias las manos para hacer una sencilla, aunque algo aérea, trepada. A partir de aquí la subida se hace más llevadera a pesar de que todavía falta un buen rato hasta la cumbre.

En el descenso se puede observar la magnitud de toda la cresta que hemos subido ... y que ahora hay que bajar

De todos modos, en el descenso siempre hay momentos para reagruparse y contemplar un paisaje que el cansancio de la ascensión no nos ha permitido disfrutar.

Collado Jermoso

El rey en su trono.

Rebecos, los verdaderos amos de los Picos de Europa.

Casi colgado en el vacío, el refugio de Collado Jermoso aparece después de una de las colladinas. Al fondo, la mole de Peña Santa domina el paisaje.




El 3 de septiembre de 2006 fuimos a Collado Jermoso desde El Cable. En un recodo del camino aparece majestuosa la cara sur de Peña Santa

Subida al Pimené (2.801 m) desde Espuguettes

Incertidumbre sobre Gavarnie: ¿Claro o tormenta? Se aprecia toda la arquitectura del circo: la Torre y el Casco de Marboré, la Brecha de Roland, Taillón y Gabieto. Abajo, a la derecha de la foto, se ve el refugio de Espuguettes.

Los Astazús con el corredor de Swan en medio.

Cresterío que une el Pimené y el Pico Rojo de Pailla. Se aprecia el camino que va hasta la Hourquette d'Alans. Al fondo se intuye la brecha de Tucarroya.

En la cumbre del Pimené. Es la mañana del 26 de julio de 2006. Asoma la cara norte del Monte Perdido con su glaciar, a su derecha la cima del Cilindro.

La tormenta se desencadena al anochecer sobre Espugettes. Todavía se puede observar al fondo el macizo del Vignemale con el glaciar de Ossoue.