domingo, 28 de diciembre de 2008

Asecensión invernal al Liguardi

Después de tres meses de inactividad, con un otoño de lluvia, nieve y granizo en el que no hemos visto el sol, el 21 de diciembre, en una mañana radiante, subimos al Pico Liguardi. No se madrugó mucho, así que empezamos la ascensión más tarde de las diez desde el pueblo de Abiada. Nos esperaban novecientos metros de desnivel cubiertos de nieve blanda.


Cumbre helada del Liguardi (1.967 m) Al fondo las montañas pasiegas y el norte de Burgos.



Reinosa, el pantano del Ebro y la niebla sobre el norte de Burgos.



Un poco más abajo de la cumbre improvisamos "el campamento" para comer y descansar un poco antes del duro descenso... para los de raquetas, los que llevaban esquís bajaban cantando.

Los dosmiles más orientales de la Cordillera Cantábrica, el Cordel y el Iján, vestían estas primeras nieves invernales. Al fondo asoman los Picos de Europa.


A pesar de las raquetas, el descenso a partir de media ladera, se hace bastante penoso por lo blando de la nieve.


Aunque el paisaje de bosque invernal, a medida que nos acercamos a Abiada, adquiere una particular belleza navideña que nos hace disfrutar de una jornada estupenda de montaña.






miércoles, 5 de noviembre de 2008

Subida al pico Curavacas (2.520 m)

31 de julio de 2008. Hemos dejado los cohes en el pueblo de Vidrieros a orillas del Carrión donde, si el tiempo lo permite, nos bañaremos a la vuelta. La subida al Curavacas por la cara sur comienza con un agradable paseo por una senda bordeada de fresnos, alisos y abedules. Pronto el camino empezará a picar hacia arriba.

Después de aproximadamente una hora de subida y tras haber dejado atrás las praderías del Resollar, el camino gana altura por las primeras pedreras. Si el día es caluroso y no corre viento, la ascensión se vuelve en este tramo muy penosa.


Paisaje típico de la subida al Curavacas por la cara sur: conglomerados recubiertos de líquenes amarillentos e interminables pedreras. Estos canchales, que a la vuelta serán una divertida autopista por la que bajaremos corriendo, en la subida se hacen interminables. Todos ellos confluyen en la canal que se conoce como Callejo Estrecho y que nos conducirá hasta muy cerca de la cumbre, dando vistas hacia los puertos de Pineda en el norte.


En algunas partes de la canal (Callejo Grande) que nos pone en la cresta cimera, hay que echar las manos. Se trata de pequeñas trepadas por rocas con perfectos agarres (conglomerados) y sin "nada de patio", por lo que la progresión no entraña más dificultad que el cansancio.



Vistas desde la cumbre principal: en el primer plano, el pozón del Curavacas; en medio de la foto, Peña Prieta y Tres Provincias; al fondo, los Picos de Europa.


Los más animosos del grupo no están conformes con haber hecho la cumbre principal (cima oriental 2.520 m) y se "complican la vida" subiendo a la cima central (2.450 m) A la derecha se aprecia toda la arista oriental del otro gigante palentino: el Espigüete.


El descenso es rápido, clavando talones en las pedreras y corriendo por ellas, se hace divertido. Aún así, el cansancio cuando se llega a Vidrieros, es considerable. La solución, un baño en el río Carrión y una cervecita en el pueblo. Los efectos son reparadores después de un largo día de montaña.




sábado, 20 de septiembre de 2008

Aproximación a Collada Bonita


Desde el Cable (estación superior del teleférico) en una hora y media larga se sube hasta el collado de la Canalona. En la foto se aprecia la empinada parte final de este paso que, con sus 2.444 m., será probablemente uno de los más elevados de Picos de Europa.


Ya en el pequeño collado hay tiempo para sacar fotos de las afiladas agujas de la Canalona y Bustamante... terreno para escaladores.


Después de perdernos subiendo y bajando por incontables jous, tras uno de los resaltes que descienden de Tiros Navarro, aparece este magnífico cresterío.




La Collada Bonita, en el centro de la foto, es el objetivo. Quizás no sea el paso más elevado de Picos, pero sin duda, al menos para quien escribe estas líneas, es el más bonito, agreste y espectacular de estas montañas. Enclavada en el corazón de los Urrieles, la collada da vista a la cara sur del Naranjo y desde ella se baja, por la canal de la Celada, hasta la Vega de Urriello.




Una collada lejana. Este es el punto en el que estuvimos más próximos. El objetivo deberá esperar otro año: demasiado lejos para no haber madrugado, ser mediados de septiembre y haber cogido caminos equivocados.





A la vuelta, antes de bajar otra vez por la Canalona, nos desviamos a la derecha de los Picos de Santa Ana para asomarnos al collado del mismo nombre. Las vistas también son espectaculares: al fondo a la izquierda, Peña Santa; en el centro Torre Cerredo (¿Es el techo de los Picos o es el Llambrión? Esperamos una respuesta definitiva de los geógrafos) a la derecha la Torre de la Pardida y abajo el inmenso jou de los Boches.





Detrás los desplomes de la cara norte de Peña Vieja (2.613 m.) Es el reino de la caliza: ausencia de agua y de verde, paisaje lunar, desierto de piedra, árido y fascinante a la vez.





Se acaba lo bueno, hay que volver a casa por el mismo camino de subida: la Canalona. Asoma la mole de los Horcados Rojos y detrás el Tesorero.







sábado, 6 de septiembre de 2008

Ascensión al Jultayu (1.940 m) desde la Ercina

El 7 de agosto de 2007, tarde y con el aparcamiento de los Lagos lleno de "guiris", arrancamos casi a las 11 de la mañana (¡vaya horas para hacer montaña!) Desde el lago de la Ercina se ve el camino que empieza a la izquierda pegado a la peña.


Después de una aproximación de más de dos horas nos acercamos a la Vega de Ario.




El camino lleva hasta la divisioria entre Asturias y León. De frente (este) la ruta desciende hacia la canal de Trea que baja hasta el Cares. Las vistas del macizo central de los Picos ya empiezan a ser espectaculares. Nosotros giramenos hacia el sur (derecha) para encarar la subida al Jultayu.


El Jultayu es el pico que vemos a la derecha. La subida no tiene complicaciones, aunque después de la larga aproximación hasta Ario, se hace bastante penosa.



Cuando se llega a la cumbre se aprecia que la subida ha sido una "cuesta de vacas" comparada con los verticales desplomes que caen hasta el Cares, en un vertiginoso desnivel de más de mil metros.



Vistas desde la cumbre: sin duda el mejor mirador del macizo central de los Picos de Europa. Se aprecian perfectamente las cumbres más altas de los Urrieles: en la parte central de la foto se ve Torrecerredo y la Bermeja, más al fondo el Tesorero, a la derecha el Llambrión y en el medio la tremenda canal de Dobresengos. No encontraremos un sitio mejor que éste para apreciar la espectacularidad y la dureza de esta orografía.




Examinando la vía de bajada. La vuelta la haremos por la arista oeste.




Se pasa junto al Juracao. Se trata de una abertura en plena roca; una ventana natural desde la que al asomarse se puede ver el pueblo de Caín, destino turístico, comienzo o fin de la popular ruta del Cares.








martes, 2 de septiembre de 2008

Subida al Turon de Néouvielle (3.035 m)


Después de haber dormido en el refugio de la Glère (2.140 m) iniciamos la subida al Turon, nada más salir el sol, en la mañana del 25 de julio de 2007. A la izquierda se ve el refugio (recientemente reformado) con magníficas vistas a los lagos de la Glère.


Tras hora y media de cómodo camino llegamos al lago Estelat Superior (2.423 m) para meternos inmediatamente en la canal que se aprecia en la foto y en la que todavía quedaban neveros. Es la Coume Estrète, la parte más dura de la ascensión (la foto está tomada al medio día, en el descenso después de haber hecho cumbre)


Estamos en plena ascensión por la Coume Estrète y aunque el desnivel que salva no es mucho (apenas 350 metros) hay que "buscarse la vida" constantemente, sin hitos y teniendo que recurrir frecuentemente a las manos para progresar. A final, y aunque de lejos no parecía tanto, nos llevó más de una hora superar esta canal.



Nos acercamos a la cumbre. Pequeños lagos se ven a nuestra izquierda, resultado del deshielo del glaciar (lo que queda de él) de Maniportet.



Cima del Turon de Néouvielle. Estamos a 3.035 metros y con una panorámica espectacular de la vertical cara norte del Pic Long, con neveros permanentes que desaguan en el bellísimo Lac Tourrat. El Pic Long, con sus 3.192 metros es el pico más alto del Pirineo francés. Hay otras cumbres más altas, pero ya hacen frontera con España. Para completar la impresionante panorámica, se ve al fondo desde el Monte Perdido hasta el Gabieto, pasando por todos los tresmiles que forman el circo de Gavarnie.




Siguiendo el cresterío hacia el este se puede llegar, con algunos pasos de escalada, hacia las cimas del Trois Consellers (3.039 m.) y el Néouvielle (3.091 m.)




De regreso, y con la luz intensa del medio día que no había a las primeras horas de la mañana, los lagos que antes eran grises ahora se vuelven de un azul verdoso intenso. En la foto el lago Det Mail (2.350 m.)



Ya por la tarde, y después de haber recogido nuestras cosas en el refugio, iniciamos el camino de regreso hasta el Plateau de Lienz donde teníamos el coche. Las vistas del valle, con la pista en su fondo, atestiguan la acción en el pasado de la erosión glaciar.







domingo, 31 de agosto de 2008

Peña Prieta (2.536 m)


Se levanta la niebla en la Vega del Naranco.




El Boquerón de Tarna visto desde la subida a Bobias.





La laguna de Fuentes Carrionas (nacimiento del río Carrión) vista desde el pico Tres Provincias. Es el 20 de agosto de 2008 y todavía queda el resto de un nevero. Al fondo, el Curavacas.



Peña Prieta, con sus 2.536 metros de altura, es el techo de la Cordillera Cantábrica. Se aprecia la senda final de subida, así como restos de senda para bajar hasta la primera de las lagunas que están colgadas en su cara norte.



La cresta que lleva hasta Tres Provincias y Peña Prieta está llena de magníficas vistas como ésta. A la izquierda, y a pesar de ser la segunda quincena de agosto, todavía verdean los pastos de Riofrío.




Peña Prieta y en el fondo el Curavacas vistos desde el Robadorio.







jueves, 28 de agosto de 2008

Ascensión a Cabeza los Tortorios (2.146 m)

Collado Pandébano (1.212 m) por la mañana. Se aprecian las primeras cabañas de la Terenosa y, a la izquierda, la inconfundible silueta del Naranjo de Bulnes.




Partiendo del collado Pandébano se tardan casi dos horas en llegar hasta esta bonita majada, llamada de las Moñas: restos de antiguas cabañas de piedra, suaves cuestas herbosas y hacia el norte, cerrando el horizonte, la sierra del Cuera.



Desde la majada de las Moñas se sigue la cresta que nos sube al Tortorios. Por el camino se contempla la Pica del Jierru, la Morra de Lechugales, el Cortés; en definitiva, el grupo de cumbres más altas del Macizo Oriental.



La subida al Tortorios tiene magníficos balcones para asomarnos al Macizo Oriental de los Picos de Europa y sobrecogernos con las vertiginosas canales que se precipitan desde sus cimas hasta el fondo del valle del Duje.




27 de agosto de 2008. Estamos en la cumbre del Cabeza Tortorios (2.146 m) Magnífico mirador para contemplar Peña Castil, los Neverones ... pero la vista se termina marchando siempre hacia el Naranjo de Bulnes, la estrella más rutilante del universo de cumbres calizas que son nuestros Picos.




Desde la cima del Tortorios se observa la senda que sube a Peña Castil (2.444 m)



Naranjo de Bulnes (2.519 m) visto desde las inmediaciones del collado Camburero. El Naranjo o Pico Urriello es, sin duda, la cumbre más emblemática de los Picos de Europa. Su ascensión está indisolublemente unida a la historia y a la leyenda del montañismo español.