domingo, 14 de agosto de 2016

Subida al Campbieil (3173 m)

Miércoles 10 de agosto: iniciamos la marcha en la barrage del Cap de Long, a 2175 metros de altitud, en la Reserva Natural del Neouvielle, todo ello en medio de una espesa niebla que no nos dejaba ver el lago.


Las predicciones meteorológicas no fallaron y en poco minutos empezó a clarear. Aquí ya se aprecia el frente de la presa.


Y tras la niebla aparece el maravilloso espectáculo de los Pirineos: empiezan a verse las cumbres del macizo del Neouvielle.


Una hora larga de subidas y bajadas nos llevará rodear el lago del Cap de Long por un estrecho sendero que va salvando los acantilados de su ribera sur.


Después de recorrer todo el sendero de flanqueo del lago y llegando a su cola (no hay que descender hasta el nivel del agua) giraremos hacia la izquierda (sur) para encontrarnos con el torrente del Cap de Long que habrá  que vadear pronto (pasar a la izquierda hidrográfica). La muralla rocosa que aparece en la foto es un obstáculo a salvar siguiendo una ruta marcada con hitos y con ocasionales restos de sendero. La pendiente es fuerte y en ocasiones hay que usar las manos.


Una vez superada la muralla rocosa accedemos a los restos de un pequeño lago colmatado situado a 2570 metros de altura. Nosotros lo bordeamos por nuestra izquierda para ascender la ladera herbosa que se ve en la foto. Desde aquí ya se aprecia en toda su potencia la silueta de nuestro objetivo: el Campbieil.


Y desde este lago, si miramos hacia atrás, se tienen unas vistas extraordinarias del macizo de Neouvielle, de izquierda a derecha: el Turon (3.035 m), el Trois Conseillers (3.039 m) y su famosa arista, una de las vías clásicas de escalada de Pirineos. La nube asoma por la Brecha de Neouvielle que separa el Trois Conseillers del pico que da nombre al macizo, el Neouvielle y sus 3.091 metros. Por último, a la derecha de la foto, la Punta de Ramougn (3.011 m).


Tras superar la ladera herbosa entramos en un altiplano de aspecto lunar; una zona de canchales y roca descompuesta en la que encontramos el pequeño lago de la foto (Gourg de Cap de Long) ya por encima de los 2.800 metros. Nosotros optamos por llegar hasta el amplio collado del fondo (Hourquette de Cap de Long) para luego girar a la izquierda (este) y remontar el empinado cordal.


En la foto se aprecia lo penoso que se hizo el ascenso por el cordal. Dominando el paisaje se ve el Pic Long que, con una altitud de 3.192 metros, es el techo de este sector de Pirineos y la cumbre más alta que se encuentra completamente en territorio francés de toda la cadena pirenaica.


Vista de la cumbre del Campbieil desde las inmediaciones del Lentilla, antecima que se encuentra 3.157 metros. La niebla subía desde Piau-Engaly y no nos dejaba ver nada hacia el sur.


Y la foto de cumbre con el Badet (3.160 m) y el Pic Long (3.192 m) como telón de fondo. Hemos tardado casi cuatro horas y media.


El camino que seguimos en la bajada del pico, y que resultó mucho más amable que el que seguimos desde el fondo de la Hourquette por el cordal, se puede adivinar por encima del nevero central: unas zetas entre roca descompuesta que te ponían casi en la cima misma del Lentilla.


Ya de regreso contemplamos, con menos agotamiento, la vertical pared del Pic Long, la arista que desciende en dirección norte hasta el Col Tourrat y los restos, ya moribundos, del glaciar de Pays Baché.


... Y de regreso otra vez a bordear el lago del Cap de Long. Con paradas, ida y vuelta, nueve horas de montaña...





miércoles, 5 de agosto de 2015

Pico del Taillón (3144 m)


Col de Bujaruelo (2270 m). Se llega a él después de haber dejado los coches en el aparcamiento que está en el Col de Tentes, más arriba de la estación de esquí de Gavarnie. Desde el aparcamiento hay que recorrer un par de kilómetros por los restos de una antigua carretera para llegar hasta aquí. Desde este punto, un sendero en dirección este va bordeando la base del Gabieto Oriental y del Taillón durante tres cuartos de hora largos.




La ascensión empieza a ser dura realmente cuando nos acercamos a esta pequeña cascada que se forma con el agua que baja del glaciar del Taillón. La catarata se cruza sin grandes problemas para continuar con la subida haciendo pequeñas zetas hacia el Col des Sarradets.




Poco después de superar la cascada ya tenemos esta magnífica vista del Taillón, con su característico Dedo a la izquierda y su pequeño glaciar.




Desde el Col de Sarradets (1:45´desde el aparcamiento) descubrimos el refugio del mismo nombre. Situado a 2587 metros de altitud es un mirador privilegiado de las principales cumbres del Circo de Gavarnie; en la foto la Torre (3009 m) y el Casco (3006 m).




Y según damos la vuelta para dirigirnos hacia el refugio de Sarradets, se aprecia ya a la perfección toda la arquitectura del Circo, de izquierda a derecha: Pequeño Astazu (3012 metros), Marboré (3248) el pico redondeado y más dominante, los tres picos de la Cascada (3161 m, 3106 y 3095) y la Espalda del Marboré (3073). Las nieves perpetuas que se forman debajo de los Picos de la Cascada y de la Espalda alimentan a la famosa catarata de Gavarnie, la más alta de Europa (423 metros de caída) y cuyo comienzo se ve en la foto. A la derecha la Torre y la cresta oriental del Casco.




Y desde el refugio tenemos otra de las estampas típicas del Pirineo, la Brecha de Roland. Situada a 2807 metros, la famosísima abertura que separó el mítico Roland a golpe de espada, es el paso que comunica con el lado español de Pirineos. Subiremos primero por la morrena que se ve en la foto, se salvará una grada, para después pisar un nevero permanente y trepar los últimos metros hasta cruzar esta puerta natural. "Al otro lado" nos asomamos a Ordesa.




Del nevero permanente este verano ya queda muy poco... Los glaciares pirenaicos parecen tener los días contados.




Desde la Brecha giramos a la derecha (oeste) para seguir un marcado sendero que camina pegado a la pared extraplomada de la muralla de piedra llamada Bazillac. 




El sendero lleva al final de la muralla, hasta una pequeña horcada conocida como Falsa Brecha (2909 m) y custodiada por el Dedo. Es la curiosa formación rocosa de la foto que hay que bordear a través de un estrecho paso por el lado francés (norte) y que da acceso a la cresta final de esta ascensión.




Esta es la cresta última de la subida: un lomo de roca descompuesta sobre el que está marcado el sendero que nos pondrá en la cima.




Y la inevitable foto de cumbre. Son las 11:30´ del 3 de agosto de 2015, y las vistas desde los 3144 metros de la cima del Taillón son impresionantes; no hay adjetivos. Las cuatro horas de ascensión han valido la pena.




Ya bajando no podemos por menos que volver a fotografiar la Brecha desde el lado español.





Volviendo hacia el coche admiramos un magnífico ejemplo de valle en forma de U, testigo mudo de la acción erosiva de los glaciares cuaternarios desaparecidos hace miles de de años.




Y nos paramos a fotografiar por última vez la cara norte de nuestra cumbre del Taillón, su pequeño vecino, el Gabieto Oriental, y en medio de ambos lo que queda del glaciar del Gabieto cuyas aguas de deshielo terminarán en Gavarnie.






lunes, 8 de junio de 2015

Pozos del Ves


Domingo 31 de mayo. Subimos desde Cucayo a "descubrir" los Pozos del Ves. Así de verdes estaban los hayedos de la Vega de Liébana.




Y así estaba, después de unas tres horas de marcha, la tradicional vista de la cara norte del Curavacas. 




Dejamos Riofrío y bajamos hacia Pineda, dando vistas a Cumbres como la del Lezna (derecha de la foto) y valles en forma de U que demuestran que, quizás hace miles de años, estos lugares estuvieron ocupados por glaciares.




Camino ya del río Carrión, la primavera en la Cordillera Cantábrica nos sigue sorprendiendo por su belleza.




La clave de la excursión está en abandonar la ruta tradicional hacia el Pozón del Curavacas a la altura del chozo en el que el camino gira de forma evidente hacia el norte. En su lugar, hay que desplazarse un poco más en dirección oeste, hasta tomar como referencia el pequeño arroyo que baja directamente del cordal en cuya base están los pozos que buscamos. Teniendo como referencia a nuestra derecha el arroyo, iremos ganando altura...




... y en una hora aproximadamente llegamos a la primera laguna del Ves.




La primera laguna del Ves, de poca profundidad, está situada a unos 2030 metros de altitud. Se puede bordear por cualquier lado y dirigiéndonos al fondo de la misma, en apenas diez minutos, salvamos los cincuenta metros de desnivel que la separan de la segunda.




Después de casi cinco horas de marcha descubrimos, al fin, el pozo superior del Ves. Así lo vimos por primera vez.  




Está situado a unos 2080 metros de altitud, de aguas mucho más profundas que la primera laguna y parte de él helado. 




Al fondo el pico de la Hoya Continua (2394 metros). Los desplomes tan verticales de este pico en los que se encajona esta típica laguna glaciar, la altitud del pozo y su orientación norte, explican la persistencia del hielo hasta bien entrada la estación.



lunes, 9 de febrero de 2015

El Ibio después de la tormenta de Nieve

Después de la tormenta de frío y nieve que ha asolado el Cantábrico esta primera semana de febrero, decidimos subir al Ibio desde el Alto de San Cipriano. En la foto la ermita en torno a la cual se celebra en septiembre una de las romerías más famosas de Cantabria. Son las primeras luces del domingo 8 de febrero.

Desde casi las primeras rampas nos encontramos con un inmenso pinar de repoblación. No es lo mejor de este monte, pero con nieve puede "pasar" por un paisaje pirenaico, como en la siguiente foto.

A medio camino, en torno a los 500 ó 600 metros de altitud, ya se podía apreciar la copiosidad de la nevada que había caído durante buena parte de la semana.

Por un momento el cielo parecía despejarse y la nieve adquiría estos bonitos tonos plateados. Durará poco tiempo...

Pronto se meterá la nube del todo y nos estropeará las estupendas vistas que tiene la cima del Ibio. Aquí ya estamos llegando a las últimas lazadas de la pista que nos pondrán en el cordal de la montaña.

Falta poco para llegar a las antenas, la cima de la montaña. En las últimas rampas se aprecia un grupo de quads que habían estado dando la lata todo el rato, y que la nieve medio helada, junto con la pendiente final, les impidieron - por suerte para nosotros - hacer cumbre.

Metros finales hasta la cumbre. El Ibio, con sus 800 metros de altitud, es una montaña modesta; pero su cercanía a Torrelavega, su fácil ascenso desde el Alto de San Cipriano a través de una pista y, sobre todo, su privilegiada situación con vistas  tanto al interior como a la costa de Cantabria, le convierten en un mirador muy apetecible para hacer pequeñas excursiones de media mañana. Con nieve se tarda una hora y media en completar la subida; en un día climatológicamente normal se puede subir, hacer unas fotos y bajar en menos de dos horas.

Por desgracia las nubes no nos permitieron disfrutar mucho del paisaje... las antenas y poco más. En cualquier caso, mereció la pena subir a una montaña que tardaremos en ver con tantísima nieve. Valga esta reseña del blog como recuerdo de la gran nevada del año 2015.



viernes, 1 de agosto de 2014

Cascadas de Mazobres y picos de Arra y Cutulillos


Saliendo del párking del Espigüete (2 km. antes de llegar a Cardaño de Arriba) arranca una pista que bordea toda la cara norte de esta montaña. A mitad de camino la pista se bifurca a la izquierda para subir hasta un refugio; nosotros seguiremos de frente por el ramal principal hasta llegar, en apenas tres cuartos de hora, a la primera de las cascadas que, a pesar de lo avanzado del verano, todavía conservaba un buen caudal.


Después de las fotos obligatorias a la cascada desandamos unos 300 metros el camino para coger a la izquierda (suroeste) un sendero bastante perdido marcado, sólo de vez en cuando, por algunos hitos. La idea es subir hasta el cordal que une el Espigüete y el Murcia para contemplar en todo su esplendor  la pared norte de este gigante calizo.


El camino discurre justo por la unión del desierto de rocas calizas que desciende del Espigüete con los conglomerados y las escobas típicas de la Cordillera. Empleamos casi una hora en subir desde la primera catarata hasta el collado.


Collado de Arra (1993 m). Las vistas de todo el espolón occidental del Espigüete hasta la cumbre principal (cima oeste, 2450 m) son inmejorables.


A partir de aquí, el cordal es una suave sucesión de diferentes cimas por encima de los dos mil metros: el Pico Arra (2034 m), el Alto de los Cutulillos (2041 m) y los Altos de la Hoya de Martín Baquero. Al llegar a este último, la suaves lomas se convierten en una aguda cresta, difícil de trepar, complicada por el lado leonés porque había que perder mucha altura y no conociendo la posibilidad de pasarla por el lado de Cardaño, decidimos bajar al fondo del valle hasta encontrar la segunda cascada y volver a retomar la pista original. Así completamos el circuito.


Ya bajando, al tomar dirección sureste, las vistas del Espigüete se vuelven espectaculares: se observan perfectamente las dos cumbres y, en medio de las dos, el empinado corredor norte todavía con neveros.


En hora y media de descenso encontramos la segunda cascada y desde allí un sendero nos llevó en apenas diez minutos a la primera. Luego la pista, el párking y, por último, un baño reparador en el río.


sábado, 12 de julio de 2014

Buscando los Pozos de Vargas

La idea que llevamos el pasado 10 de julio era llegar hasta los Pozos de Vargas subiendo desde Portilla de la Reina. Seguimos una pista que remonta el valle de Lechada. Al poco de adentrarnos en dicho valle encontramos curiosas murallas rocosas como las de la foto.


Al cabo aproximado de una hora, hay que abandonar la pista principal que llega hasta Bobias para tomar otro ramal que sale a la derecha (sur) y que se adentra en sucesivas zonas de pastos por los que discurre el arroyo que baja del Cuartas.


Tras una hora y media larga de camino y de llegar a los últimos pastos hubo que interpretar el mapa... No encontramos ni hitos ni rastros de senderos. Optamos por girar a la izquierda (este) aproximadamente en la zona en la que, tal y como se ve en la foto, confluyen varios arroyos. La subida muy pindia, entre escobas y mucha maleza, resultó bastante penosa. Por fin, y después de mucho renegar, salimos a un terreno más despejado de un valle evidente al final del cual se adivinaba una cubeta en la que podrían estar las lagunas.


Así la encontramos de repente. Siempre habíamos visto estas lagunas desde la cumbre del Cuartas y ahora no las ves hasta que prácticamente no llegas a su orilla. Esta es la laguna inferior, situada algo por encima de los 2.100 metros de altura.


Y mirando hacia el norte sus aguas adquirían este bello color turquesa. Y al fondo el macizo occidental de los Picos de Europa.


Por la pequeña cascada del fondo desagua la laguna superior a la que nos dirigimos subiendo unos pocos metros más.


Laguna superior de Vargas. Típica laguna glaciar, redonda y colgada en una cubeta de paredes muy verticales en las que en pleno verano todavía se conservan pequeños neveros.