domingo, 14 de agosto de 2016

Subida al Gorbea (1475 m)

Iniciamos la ruta, bastante cómoda, en medio de la frondosidad de Pagomakurre.



En media hora llegamos a las campas de Arraba. Desde allí ya se pueden ver las suaves lomas del Gorbea al fondo.



Y desde Arraba, mirando hacia el oeste tenemos estas vistas del valle Arratia, las cumbres del Duranguesado y su punto culminante, el Amboto.



Y hacia el norte, cerrando las campas, la mole caliza del Lekanda, con sus 1302 metros. Son montañas modestas comparadas con los lejanos vecinos de los Picos de Europa o de Pirineos; pero, a pesar de su poca altitud, no están exentas belleza.



En veinte minutos de tranquilo camino llegamos a esta otra campa que llaman Eguiriñao. El camino hacia el Gorbea atraviesa por la izquierda la zona de árboles y sube hasta el collado que se forma a la derecha de la peña Aldamín (1378 m) que vemos en el centro de la foto.



Pero antes de seguir hacia el Gorbea nos desviamos unos metros y bajamos a ver el menhir de Zastegi que aparece a la derecha, en mitad de la campa.



Desde el collado de Aldamiñospe (1321 m) se inicia la subida final al Gorbea por una amplia y herbosa loma



Rampas finales de la subida al Gorbea. En los últimos metros la pendiente se vuelve bastante pronunciada.



Ya en la cumbre, mirando hacia el sur, se nos abre una amplia panorámica del valle de Zuya, ya en tierras alavesas.



Y como no podía ser de otra manera, la foto obligada de la cruz del Gorbea, muy presente en la tradición montañera vasca: "En el monte Gorbea, en lo más alto, hay una cruz..."







1 comentario:

Unknown dijo...

Preciosa excursión y precisa descripción.