martes, 2 de septiembre de 2008

Subida al Turon de Néouvielle (3.035 m)


Después de haber dormido en el refugio de la Glère (2.140 m) iniciamos la subida al Turon, nada más salir el sol, en la mañana del 25 de julio de 2007. A la izquierda se ve el refugio (recientemente reformado) con magníficas vistas a los lagos de la Glère.


Tras hora y media de cómodo camino llegamos al lago Estelat Superior (2.423 m) para meternos inmediatamente en la canal que se aprecia en la foto y en la que todavía quedaban neveros. Es la Coume Estrète, la parte más dura de la ascensión (la foto está tomada al medio día, en el descenso después de haber hecho cumbre)


Estamos en plena ascensión por la Coume Estrète y aunque el desnivel que salva no es mucho (apenas 350 metros) hay que "buscarse la vida" constantemente, sin hitos y teniendo que recurrir frecuentemente a las manos para progresar. A final, y aunque de lejos no parecía tanto, nos llevó más de una hora superar esta canal.



Nos acercamos a la cumbre. Pequeños lagos se ven a nuestra izquierda, resultado del deshielo del glaciar (lo que queda de él) de Maniportet.



Cima del Turon de Néouvielle. Estamos a 3.035 metros y con una panorámica espectacular de la vertical cara norte del Pic Long, con neveros permanentes que desaguan en el bellísimo Lac Tourrat. El Pic Long, con sus 3.192 metros es el pico más alto del Pirineo francés. Hay otras cumbres más altas, pero ya hacen frontera con España. Para completar la impresionante panorámica, se ve al fondo desde el Monte Perdido hasta el Gabieto, pasando por todos los tresmiles que forman el circo de Gavarnie.




Siguiendo el cresterío hacia el este se puede llegar, con algunos pasos de escalada, hacia las cimas del Trois Consellers (3.039 m.) y el Néouvielle (3.091 m.)




De regreso, y con la luz intensa del medio día que no había a las primeras horas de la mañana, los lagos que antes eran grises ahora se vuelven de un azul verdoso intenso. En la foto el lago Det Mail (2.350 m.)



Ya por la tarde, y después de haber recogido nuestras cosas en el refugio, iniciamos el camino de regreso hasta el Plateau de Lienz donde teníamos el coche. Las vistas del valle, con la pista en su fondo, atestiguan la acción en el pasado de la erosión glaciar.







1 comentario:

Ángel dijo...

Ese día pasó el Tour por las inmediaciones. Los helicópteros no dejaron de darnos la turra. Aún asi, y a pesar de mi tobillo, la excursión fue magnífica (altamente recomendable)