miércoles, 18 de agosto de 2021

Vértice y Pico Anayet

 

Primeras luces en Formigal. La ascensión comienza en el Corral de las Mulas (1600 metros de altitud) y los dos primeros kilómetros transcurren por la carretera que asciende hasta la estación de esquí de Anayet.



Tras superar la estación de esquí vamos pasando por sucesivos prados alpinos. Pronto el camino se estrechará al introducirse en la barranco del arroyo Culivillas.




En poco más de dos horas de marcha y tras salvar los sucesivos resaltes por donde baja el Culivillas, nos encontramos con esta primera vista del ibón mayor de Anayet, con el Midi d' Ossau al fondo.




El Anayet, con sus 2574 metros, reflejándose en las aguas del ibón: una de las estampas más típicas de esta comarca del valle de Tena. A la izquierda, la pirámide del  Vértice Anayet (2555 m) con su característico color granate.




El ibón pequeño de Anayet, más escondido que el mayor, y siempre con el Midi d ' Ossau dominando el horizonte.




En poco más de media hora se sube desde el lago hasta el collado, desde donde está hecha la foto, y que separa el Anayet del Vértice.




El collado visto desde abajo con el marcado sendero que facilita su subida.




En el collado se hace un alto para descansar y disfrutar de las vistas de la cadena montañosa, y para deleitarnos también con la belleza de los lirios pirenaicos.




La subida al Anayet tiene un paso expuesto con riesgo de caída. Está equipado con una cadena en la que que, en días de agosto como éste, se originan "atascos" entre los que suben y bajan del pico. 





Es más sencilla y menos concurrida la subida al Vértice Anayet; se realiza por el borde de la arista, la mayor parte del tiempo por un sendero sin apenas complicaciones. Sus 2555 metros aseguran unas vistas incluso mejores que las del Anayet.





En efecto, desde la cumbre del Vértice se disfruta de esta magnífica alineación del Anayet y del Midi d'Ossau. Separados por la frontera del Portalet, ambos vecinos, español el primero, francés el segundo, comparten el mismo origen volcánico y un aspecto parecido.




Y ya en el camino de vuelta nos entretenemos fotografiando los tresmiles dominantes de este sector de Pirineos. En el centro de la foto el gigante Balaïtous con sus 3144 metros.



Y tirando de zoom nos aproximamos a los Infiernos con su característica marmolera (un tipo de caliza muy blanca) que más de un turista confunde con la nieve.




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